Como se ha mencionado anteriormente en este blog, el Aloe Vera es un gran aliado de la salud, y en especial de la piel. Ayuda a sanar quemaduras, cicatrices y heridas, a desvanecer arrugas, a hidratar y a mejorar los problemas de acné. En general, ayuda a mantener en buen estado todo tipo de dermis. Se dice que el Aloe Vera es la planta por excelencia para el cuidado de la piel, pues la hidrata, suaviza, limpia a profundidad y la regenera.
Por esta razón conviene tener una de estas plantas en casa, con el fin de elaborar tratamientos de belleza caseros a partir de sus hojas. Aquí compartimos dos sencillas recetas de mascarillas faciales para distintos tipos de piel.
Para pieles normales a grasas
Ingredientes:
1 cucharada de gel de aloe (abrir la hoja a la mitad y extraer el jugo)
1 huevo
1 cucharadita de miel de abeja pura (cuidado con las que contienen jarabe de maíz)
2 cucharaditas de harina de cebada
Se mezclan los ingredientes en un cazo hasta obtener una crema semilíquida. Con los dedos o con la ayuda de un pincel de cerdas suaves, se extiende la mezcla sobre el rostro y el cuello previamente lavados. Se deja actuar por aproximadamente 25 minutos y se enjuaga con agua tibia y para terminar con agua fría (para cerrar los poros).
Para pieles sensibles
Ingredientes:
1 cucharada de gel de aloe
1 cucharada de pulpa de pepino rallada
½ taza de yogur natural
2 cucharadas de harina de cebada
Se mezclan todos los ingredientes hasta integrar. Se sumergen gasas en la preparación y se aplican en el rostro a modo de compresas. Se deja actuar la mezcla por 25 minutos y se aclara con agua tibia, y por último fría.